viernes, 19 de junio de 2009
Publicidad fuera de agencias
Publicidad popular
Tongo, Jaime y Telefonica
Sin embargo, no todas las publicidades en las que aparecen personajes representativos de la cultura popular tienen efectos positivos para la persona. En el caso de Tongo, muchas de las publicidades en las que aparece (Telefónica) son una burla hacia el, su imagen, en algunos sectores, cada día decae mas gracias a ello y a Jaime Bayly que, aparentemente, solo lo invitaba a su programa para hacernos reír un rato. Evidentemente, las fotos de la cara de Tongo en los teléfonos públicos si ha dado muy bueno resultados y disfrazarlo de Tongonieves también, pero ¿A que precio se logro esto?
De la tele su encanto
La mezcla nos cautiva a todos
Hemos pasado por una gran transición de programas, a lo largo de este periodo “chichero”, por llamarlo de alguna forma. Han estado en pantalla series como la de la muñequita sally, néctar en el cielo, chacalon el ángel del pueblo, etc. Cada una de estas series que terminan mostrando el lado bondadoso de cada uno de los protagonistas, porque hay que tener en cuenta que en todos los programas chichas las estrellas principales siempre son las personas más buenas del mundo y todos luchan arduamente por salir adelante. En consecuencia, esto que se encarga de reflejar este tipo de series es lo que hace que las personas de los sectores más bajos se sientan identificadas con estos grandes artistas, lo que produce de alguna manera el éxito de estas miniseries, pues el sentido de pertenencia y el identificarse con alguien es parte importante para este sector al que se dirigen estos programas. Sin embargo, con el paso del tiempo, las series han logrado penetrar los sectores altos de la población. El primer programa que tuvo una mayor aceptación, pero no llego a consagrarse del todo fue “así es la vida”, al utilizar el humor y la parodia dentro de su reparto se logro penetrar a todos los sectores de la población. Aparte de ello, el hecho de utilizar personajes representativos de cada nivel socio económico hace que cada sector se logra identificar con cada uno de los personajes, logrando que la serie llegue a ser un éxito cinco años consecutivos. La serie que rompió barreras, de la cual, si bien es cierto se tenía muchas expectativas. Sin embargo, rebaso todos los limites es la serie al fondo hay sitio. Desde la canción de la propia seria que pone a bailar a todos por igual, pues el ritmo pegajoso se uno a todos los géneros que están de moda en la música, hasta la clásica distinción en forma de parodia de los “fichos” y lo “ordinarios”. La ventaja de esta serie, es que luego de tantos años de esta corriente chicha se logra una expansión hacia todos los segmentos de todas partes del Perú. Logrando que el medio masivo de la televisión, pues es el medio más común de entretenimiento utilizado por todas las personas sin distinción de clases se el que conectará a toda la población peruana en una serie, sin que existe la discriminación o los estereotipos que usualmente utilizan.
¿La realidad es la realidad?
Perú moderno
Este concepto (Perú Moderno) surge como un proyecto que busca reconocer dónde está y cómo se ve el Perú en la actualidad, y se consolida en una marca que tiene como principio identificar los indicadores de la fusión en el Perú, de un país que se materializa entre la tradición artesanal, el diseño y el arte vinculados desde una perspectiva antropológica. Una especie de reflexión cultural de la producción visual de nuestro país, el País de los Incas. Sin embargo, Andrade y Macchiavello no son las iniciadoras de esta fuerte onda del vestir con sabor chicha. En muchos otros lares de la nación –sobre todo, en la capital- han florecido una serie de marcas de emprendedores diseñadores jóvenes que -ávidos de darle vuelta a un estilo tradicional que linda con la monotonía- vieron en nuestro país la oportunidad de expresar originalidad en un lugar en que la creatividad está a flor de piel. Es así que la imagen de personajes populares como Sarita Colonia, Chacalón, Tongo, incluso personajes históricos y héroes nacionales, son reflejados en sus diseños. De esta manera, Miguel Grau, José Olaya, Francisco Bolognesi, y más, aparecen en polos, y demás accesorios.
Me parece genial rescatar nuestras raíces andinas, selváticas y costeñas, con el fin de plasmar una idea que nos identifique, nos una, y a su vez, genere moda, personalización y nuevos patrones estéticos, logrando así una salida de lo convencional, tradicional y monótono. En muchos casos, esto se debe a la influencia occidental que hay en gran parte de Sudamérica, en especial, el Perú donde lo “gringo”, no tanto lo europeo, está enraizado desde hace décadas. Lo curioso es, que justo estas personas foráneas, tanto “yanquis” como europeos, son los que suelen comprar ropa con diseños pre-colombinos. Donde los radiantes colores, los motivos incas, son sus favoritos, ya que esto resulta una novedad, y expresan un motivo, una tradición, algo diferente a sus países.
La estetica chicha
Por eso, la cultura chicha transmutó lo rural andino en algo más común, algo que podía ser asumido para integrar dos mundos, el andino-migrante con lo citadino. Y principalmente por el uso de códigos comunicacionales comunes a ambos: el idioma, por un lado, y la plástica. La plástica chicha no es ya "telúrica", marcadamente andina. Se ha transformado en la vistosidad colorida que conocemos, la cual sin embargo mantiene una identidad ajena a lo citadino. Esta plástica logra ser un puente más efectivo aún. El poster chicha, colorido y aparentemente caótico, es un reflejo de la misma estética que inspira a la música chicha: ruidosa, llamativa, con un fuerte afán por la atención del espectador u oyente, y la moda que realza su atrevimiento, creatividad y originalidad.
La moda es más fácil de usar cuando no incomoda. Y mejor aún cuando ha sido trabajada con un concepto que trasciende lo efímero. Y luego de ver a la cultura chicha, en la televisión, radio, prensa, música, incluso la comida, debemos de concluir que la “chicha” no es nada efímera, que llegó hace mucho tiempo atrás, migró del ande para instalarse en la ciudad y permanecer aquí.
Chicha de moda
Poco a poco, lo que fue vocablo despectivo ha llegado a ser timbre de orgullo, por lo menos en lo que a música y moda se refiere.
Día del trabajador con Bareto
Bareto y familia enamorando al Perú
Chicha para cantar y bailar
Los grupos musicales del centro del país mezclaron la cumbia colombiana con sones andinos, generando la "música chicha". Respecto a esta historia, se coincide en que fueron "Los Demonios del Mantaro" quienes en los años 60 comenzaron a interpretar con ritmo peculiar "La chichera", cuya grabación, en 1966, batió records de venta. En 1970, el líder del grupo Los Ecos, editó un disco en el que adjetivaba su música con el término "Chicha", diciendo en una entrevista que "Aunque muchos no asumen lo de "chicheros" o "chicha" por el peyorativo manejo que hacen del término, otros sí se sienten orgullosos".
El fenómeno ya había sido advertido por antropólogos como Degregori quien observó que la música chicha era expresión de un fenómeno cultural que tenía que ver con las nuevas presencias andinas en la capital. En 1984 escribió:
"La chicha permite la cohesión grupal de esa inmensa masa de migrantes andinos, articulados cada vez más estrechamente a aquellos que no migraron, o regresaron, o se aprestan recién a migrar (…) la chicha es cada vez más el remate final y multitudinario de infinidad de fiestas andinas, folklóricas y patronales en sierra, selva y costa (…) el público criollo, limeño, ha desertado del vals criollo por la "salsa" como ritmo favorito de las fiestas , pero incluso ésta es derrotada ampliamente por los huaynos y la chicha, que llenan coliseos y desbordan estadios…".
En los años 90, los locales para bailar la cumbia andina eran llamados "chichódromos" y estaban en el centro de Lima. En amplios terrenos que servían para estacionar autos en el día, se improvisaban estos lugares donde se vendían carteles, discos. El grupo favorito era Los Shapis, y la estrella máxima "Chacalón", que reunió a 20 mil personas en su entierro diez años más tarde. El público era fácil de identificar, jóvenes migrantes o hijos de migrantes, de bajo nivel sociocultural.
La "chicha" peruana merecería ser titulada una cultura, o "subcultura" que ha crecido al lado de las populares tradicionales y de las importadas del norte.
La cultura chicha
..en sus inicios
Los prejuicios de antaño resurgieron y los limeños se empecinaron en no aceptar la integración de un nuevo grupo social, sin embargo, lo que no se dieron cuenta sino hasta hace muy poco es que somos una sociedad de mezclas, un amalgama de razas que está presente en todas los rincones del país y cada vez se da más a conocer. La mayoría de personas se enorgullece de Machu Pichu y de la grandiosidad del imperio incaico pero desestima y menosprecia a los indígenas de hoy en día. Somos uno sola, una única nación. "El que no tiene de inga tiene de mandinga" escribió un sabio Ricardo Palma. La nueva sociedad que se formó tras las migraciones estaba dispuesta a todo para hacer perdurar sus orígenes, por fin las palabras de José María Arguedas en su libro "El zorro; de arriba y el zorro de abajo" empezarían a resonar en las paredes de la capital; una nueva sociedad le esperaba al Perú, una en la que todo se entremezcle y podamos llegar a ser una sola.
Esta nueva sociedad que se estaba abriendo paso en la capital trajo consigo todas sus costumbres. Estaban tan lejos de su lugar de origen que de alguna manera tenían que recordar a los que habían dejado; todos los inmigrantes se reunían en fiestas grandes, donde las polladas y el huayno hacían alusiones a tierras lejanas, a parientes que no estaban y a antiguas costumbres. Se va formando un nuevo grupo social dispuesto a formar parte de esta gran ciudad. Colores, sabores, olores y música llegaron a Lima para instalarse y darse el lugar que merecían dentro de esta gran cultura. De alguna forma toda esta mezcolanza dio origen a una nueva cultura que se desligaba totalmente de lo tradicional, de alguna forma este nuevo sector de la sociedad había iniciado algo casi sin darse cuenta, había iniciado una integración de masas que se haría cada vez más y más fuerte, rompería esquemas y se establecería en lugares antes nunca imaginados.
Esta nueva cultura se iría expandiendo por todas las zonas de la capital e iría formando una nueva identidad nacional de la que nadie escaparía. Provenía de barrios populares pero poco a poco se iría instalando en todos los rincones de Lima, democratizándose y haciéndose cada vez mas parte de una sociedad antes segmentada.
Ni chicha ni limonada
Muchos piensan que la cultura chicha o popular es la cultura "chola". Que es "cholo" escuchar a Chacalon o a Deyvis Orosco, pero hay actitudes que resultan ser más "cholas" como escupir en la calle por ejemplo o como tirar un papel al piso cuando tienes un basurero en frente.
En el Perú, cuando hablamos de la cultura chicha pensamos en inmigrantes andinos o en alguna actividad informal y de baja calidad, pero ¿Que tan cierto resulta esto?. Aunque muchos quieran negarlo o esconderlo, la cultura chicha invadio a todo el país, ya no existen distinciones entre un "limeño de antaño" y un "nuevo limeño". Todos hemos pasado a formar parte de esta cultura y, dudo mucho que, solo sea por un corto tiempo.