La televisión peruana es criticada constantemente, no necesariamente por la baja calidad de sus producciones, sino, también, por el “achichamiento” que ha ido penetrando a la tv en los últimos años. Cuando digo televisión, me refiero a la publicidad que esta tiene. Según Jerónimo Pimentel, existen dos tendencias: la popular (no en el sentido de masivo) y la oficial (busca la perfección y el reconocimiento). La primera, busca ofrecer un servicio y, la segunda, ganar un premio como Cannes o, simplemente, posicionar una marca “creativamente”. Ahora, el surgimiento de la “tendencia popular”, probablemente, se deba a Arellano y su “redescubrimiento de los nuevos limeños”, es decir al descubrimiento de la capacidad de consumo de los NSE medio y bajo. Esto explicaría la necesidad de las grandes corporaciones, como BCP (“agente BCP”) y Telefónica (en sus inicios con “la rica miel”, en la actualidad con Tongo), de cambiar su discurso. Asimismo, algunas producciones de bajo presupuesto son sumamente exitosas y populares claro. El recordado “monstruo de Idat” aumento notablemente las matriculas del instituto y es un buen ejemplo de características populares: efectos visuales y auditivos indiscriminados, primeros planos realmente cómicos que corresponden a la modernidad andina de los años 70’s.
viernes, 19 de junio de 2009
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